El cabello y su forma de cortarlo, peinarlo y arreglarlo ha sido una de las mayores expresiones de identidad del ser humano a lo largo de la historia, y hasta una forma de comunicación social. Desde el origen de la humanidad, el cabello ha tenido una importancia sustantiva en la vida de todo ser humano. Ello ha determinado que su cuidado y conservación haya sido de franca relevancia, pues está asociado a la juventud y cierta lozanía.

Por otra parte, actualmente nos entrega gran información del perfil físico y genético de la persona con bastante certeza. En la antigua Grecia lo más popular era que hombres y mujeres llevaran su cabello al descubierto, aunque usando redecillas y cintas de diversos colores.

Por ello llama la atención  la similitud que registran los peinados de él y ella. Eran rizos  y trenzas que caían sobre la espalda siempre en disposiciones simétricas. Si por detrás los cabellos descendían de una manera artística, por delante numerosos ricitos adornaban la frente y las sienes, en unos arreglos artificiales inspirados por Oriente y que no podían lograrse sin trencillas de rizar, cuya acción se hacía en Grecia con unos espirales de alambres metálicos.

Cabe, entonces, hacerse la pregunta: ¿serán los griegos los precursores de los rulos? Buena pregunta que aún espera respuesta…

En los últimos cuarenta años la investigación de la cosmética capilar ha pasado a ser parte primordial de la investigación científica y tecnológica. Por esta razón ha llegado a ser sindicada como un enlace certero y bello entre el arte -en toda su amplitud- y la ciencia, en muchas de sus disciplinas.

Los productos cosméticos capilares, hoy por hoy son capaces de otorgar estructura, color, forma, textura, luminosidad y una mejor presentación estética al cabello, con un alto nivel de tolerancia dermatológica y efectividad. El look del cabello marca la personalidad de la mujer y el hombre de hoy, y en especial en los jóvenes, los identifica con su manera de pensar, sentir, sus creencias y comportamiento social.

Los cosméticos capilares se presentan dirigidos a dos grandes enfoques.

1. En el primero, debemos considerar los cosméticos y técnicas de aplicación dirigidas exclusivamente al cabello, como son los productos de limpieza, los que dan textura, forma, color, brillo y fijación.
   Es útil consignar que hay cosméticos que actúan de forma superficial, produciendo transformaciones temporales y otros de acción más profunda, produciendo efectos prolongados en el tiempo.
2. En el segundo, agrupamos a los dirigidos al cuero cabelludo y bulbo piloso, como ser los casos de dermatitis seborreica, caspa y caída del cabello en cualquiera de sus formas, como alopecia areata, androgenética, entre otros.

Haydée Araya Arriagada
Directora Técnica Hair-Line Ltda.