Tres pasos para una piel sana y protegida
Fuente: Lic. María Alejandra Fraser, Especialista en Negocio Estético
Las dos funciones más importantes de la piel aunque parezcan antagónicas, son complementarias. Por un lado nos relaciona con el mundo exterior y, por otro, nos protege de las agresiones del mismo.
La piel recubre nuestro cuerpo constituyendo una barrera de escudo, siendo necesario conservar su integridad y así asegurar su capacidad protectora.
Una piel cuidada refleja hábitos de higiene, nutrición y salud, los que muestran el camino de una belleza que se construye cada día. Gozar de una buena piel, sana y radiante, nos hace sentir bien, mejora la autoestima y relaciona con los demás de una forma más positiva.
Si sumamos la edad cronológica y el transcurso del tiempo más los agentes externos, podemos ver como se deteriora, volviéndose opaca, hiperpigmentada, además de mostrar signos de envejecimiento e imperfecciones en su superficie.
Estas consecuencias, se pueden revertir con eficaces tratamientos cosméticos faciales y corporales en gabinete y SPA’s, aunque ninguno de ellos será eficaz mientras los clientes no utilicen los productos específicos, que complementan y suman eficacia a estos protocolos.
Los clientes no podrán lucir una piel luminosa y en equilibrio, ni obtendrán lo máximo de ellos, si no realizan las observaciones y tratamientos indicados para realizar en casa.
Por este motivo, todo profesional debe ser “docente” y mostrar a los clientes-pacientes el camino de la belleza saludable, la importancia de realizar diariamente los pasos básicos de higiene y corrección, según el biotipo cutáneo.
LIMPIAR
Este paso es vital para eliminar de la piel residuos de maquillaje, sudor, polvo, contamientes del ambiente y excesos de secreciones naturales. Nunca debe realizarse con jabón, ya que –este mismo- es demasiado abrasivo y no compatible con el pH cutáneo. Lo que se debe usar es, por ejemplo, una emulsión, crema, espuma o gel.
TONIFICAR
Al aplicar un tónico facial, cumplimos con dos objetivos: Primero, preparamos el estrato córneo para recibir la crema de corrección, protegiéndola y cerramos los poros. Segundo eliminamo cualquier resto de suciedad o impureza, que el cosmético limpiador no haya logrado retirar. Como en el paso anterior, se usará un producto acorde con el biotipo cutáneo: hidratante, refrescante y descongestivo, astringente, etc.
CORREGIR
La última tarea del proceso. El profesional cosmético, luego del diagnóstico, debe sugerir el producto adecuado que puede ser usado para:
Hidratar: La belleza y apariencia juvenil depende, en gran medida, de una correcta hidratación. No sólo debemos aportar agua, es necesario que ésta se retenga en su interior, para hidratación bioactiva, lo que garantiza una piel joven y reluciente.
Nutrir: Para lucir una piel sana es necesario suministrar todos los nutrientes, lo que permiten su correcto desarrollo, así como el de las células que lo conforman. Sustancias como: colágeno, elastina, proteínas, minerales y vitaminas son necesarias para la salud de la piel.
Regenerar: En la juventud la piel se regenera rápidamente, y en forma natural, pero -a partir de los 40- el proceso se vuelve más lento por eso debemos ayudar a estimular ésta función.
PROTEGER
Desde hace algunos años sumamos a los tres pasos básicos, el uso de la pantalla solar. La aplicación de este producto como sello final, es fundamental y no se puede dejar de hacer, a pesar de que las tres opciones anteriores contengan filtro en sus fórmulas. La acción de las radiaciones, a las estamos continuamente expuestos, es un importante factor del envejecimiento prematura, de ahí también su importancia.
Otros puntos a tener en cuenta para la salud de la piel son:
• Alimentación sana.
• Tomar agua.
• Ejercicio regular o diario.
• Evitar el estrés.
• No fumar.
• No exponerse al sol en forma descontrolada.
La belleza en tres pasos debe complementarse con la visita periódica al gabinete. Hoy en día los adelantes tecnológico en materia de química cosmética y aparatología complementaria, permiten que un tratamiento en el centro de estética o SPA se puede conseguir con mejores resultados. Nadie mejor que un profesional para determinar el tipo de piel y recomendar el tratamiento, y producto, más adecuado para el cliente-paciente.