El cuidado de las piernas
El sedentarismo y los malos hábitos, como pasar muchas horas sentada y la mala alimentación, son algunas rutinas poco saludables que afectan a nuestra salud y principalmente a la de nuestras piernas. El uso de escaleras, caminatas de media hora y otros pequeños cambios siempre favorecerán a tener piernas más saludables, aumentado su buena circulación, tonificándolas y quemando calorías.
Al igual que estos cambios, también existen otros igualmente simples y efectivos que hay que tener en cuenta. La aplicación de cremas con suaves masajes desde los tobillos en dirección ascendente, terminar un baño con agua fría y rozar un cubo de hielo con pequeños golpecitos varias veces a la semana; ayudan también al cuidado de unas piernas firmes.
Sin embargo, a pesar de firmes y sanas también la idea es que se vean suaves y tersas. Para conseguir un aspecto suave se debe exfoliar e hidratar con elementos especializados para frotar, como escobillas, guantes o esponjas, con el propósito de favorecer la irrigación, suavizar y dejar un aspecto parejo y luminoso. El aspecto terso de las piernas se logra mediante la aplicación de cremas y/o aceites con masajes ascendentes, en especial después de la ducha, para dejar una piel más suave, joven, resistente y elástica.
Las cremas con vitaminas A, C y la Q10, que incluyen retinol, ácido hialurónico o que incorporan polímero tensores; estimulan el colágeno, tonifican y reafirman los tejidos, además de mejorar visiblemente la apariencia de la piel. Las cremas de efecto drenante, que incorporan vitaminas C, E y/o ingredientes como gingko biloba, castaño de Indias y ruscus; fortalecen las venas, los capilares y estimulan la circulación.
Las lociones anticelulíticas, actúan al nivel de las células grasas para drenar toxinas, evitando la acumulación de tejido adiposo y moldeando la figura, lo que también hace lucir mejor nuestras piernas para esta temporada donde ellas serán las protagonistas.