Por Marisa del Dago*
El maquillaje de Novias es hoy un desafío, no solo para la mujer que lo lucirá, sino también para el maquillador que lo realizará.

¿Por qué? Porque ahora las Novias se filman en HD y se sacan fotos con cámaras de alta resolución, tecnología que ha avanzado de manera velocísima en los últimos años. Fue así como la industria cosmética debió aggiornarse también y producir cosméticos adaptables a dichas nuevas imágenes. Los maquilladores debimos también cambiar técnicas, procesos y diseños, para lograr rostros naturales, cuya imagen será mediatizada por una cámara muy indiscreta. El secreto está, entonces, en conocer los avances de no solo la cosmética en materia de productos y adaptarse a ellos, sino también en relación a esa nueva tecnología de la imagen.
Un buen maquilador debe conocer lo que dichas cámaras mostrarán, que según la definición y la cercanía de la toma, dejará ver quizás mucho más que lo que se puede apreciar en vivo y en directo. Por lo tanto la primera medida que se deberá tomar es realizar una prueba de maquillaje en un espacio lo más profesional posible, en donde la iluminación esté cuidada y sea intensa. Por otra parte en dicho espacio, el profesional del maquillaje contará con todos sus elementos cosméticos para tener la posibilidad de elegir lo que esa novia en particular necesita para su look general y para su tipo de piel en particular. En los maletines solemos llevar lo que ya se ha probado, porque si no es imposible acarrear todo cuanto tenemos.
En la prueba se buscará en primera instancia hacer una preparación de la piel y si el cutis presenta impurezas y una capa córnea muy engrosada se le recomenzará a la Novia algunas sesiones de cosmetología con el objetivo de refinarla para que luego la base luzca imperceptible. Una piel que está texturada no pasará la prueba de la cámara HD. Es así que inclusive en la industria cinematográfica hoy por hoy es tan importante la cosmetóloga como el maquillador, porque las pieles con impurezas se ven muy mal en cámara.
La búsqueda de la base de maquillaje se basa entonces en que la textura de la misma sea lo suficientemente liviana y tan cubritiva como se necesite. La industria ha logrado ese milagro con productos que contienen polvos micronizados y pigmentos refinadísimos, en medios no lipidicos, que permiten que la base de maquillaje luzca pareja, sin aglutinarse en los pliegues, adaptables a casi todos los biotipos cutáneos.
Los lípidos están presentes en mucha menor cantidad que en décadas anteriores y fueron reemplazados por siliconas. Estas nuevas formulaciones logran que la piel se vea luminosa por la refracción de la luz que esas sílicas provocan. Ellas engloban la luz y la devuelven de manera anárquica, ofreciendo una imágen de piel pareja.
Pero no es solo la textura del fondo de maquillaje lo único importante en la búsqueda: será también la elección del color lo que hará que esa piel se vea natural. Debe lograrse naturalidad en el valor tonal, tanto en el acuerdo con la oscuridad de esa piel, sino también en la tendencia de esa pigmentación: si la piel es rosada o si es dorada, o si la piel por tener tendencia al verdoso o cetrino debe neutralizarse con pigmentos correctores.
El resto del maquillaje es a gusto de la clienta. Ya no es como hace muchos años atrás que la novia debía verse indefectiblemente como un ser angelical con tonos rosados o "nude". Si bien hay novias que buscan deliberadamente verse así, hoy las hay que piden estéticas atrevidas, coloridas y jugadas, como smoky eyes en negro absoluto, en plateado ó en dorado.
La aplicación de las pestañas postizas requiere hoy día máxima prolijidad y también es uno de los puntos a ajustar con las nuevas cámaras, ya que un plano cerrado del rostro de la novia mirando hacia abajo, puede delatar que lleva pestañas artificiales. Las pestañas postizas deben ser individuales o en grupo, de buena calidad de material y adheridas con pegamentos duraderos, preferentemente ambos - pestañas y pegamento- de color oscuro para que se mimeticen con las pestañas reales.
Un tema importante son los polvos que se aplicarán sobre la base, tanto los volátiles como el nuevo polvo HD. Los primeros sirven para sellar y para matificar la piel y se aplicará, inclusive, en la zona de ojeras, sin temor, porque los actuales polvos volátiles son de excelente calidad y cuentan con el mismo refinamiento y micronización en sus partículas que se describió anteriormente para las bases. Son absolutamente imperceptibles, y no dejan aspecto de acartonamiento en las pieles de la zona orbicular.
El povo HD, traslúcido y de aspecto blanco, ofrecerá una piel muy luminosa. Debe usarse únicamente si se sabe que la novia será filmada en HD. Es imprescindible al aplicarlo hacer un testeo con una cámara de fotos de alta resolución, sacando una foto con flash al rostro de la novia mirando a la cámara, de frente. De esa manera la luz directa del flash delatará si ha quedado acumulado en alguna parte del rostro. Ese cotejo es importantísimo, ya que el polvo HD no se detectará a simple vista.
Los rubores y polvos deben resultar con el maquillaje de ojos una composición delicada, ya que el vestido blanco hará resaltar todo el color utilizado. Uno de los puntos a cuidar es, a la hora de tonalizar con polvos bronceantes, no oscurecer en demasía más allá de pómulos y sienes, para que la cara no se vea más oscura que el cuello.
El labial será el toque final del maquillaje. Es recomendable trabajar con barras de labios antes que con gloss. Estos últimos durarán muy poco y pueden tender a treparse por las arruguitas peri bucales. En cambio los labiales o tintas de larga duración, permitirán que la Novia se vea maquillada hasta pasada su ceremonia e ingreso al salón.
Un maquillaje bien realizado implicó siempre que el mismo aporte belleza, durabilidad y confort. Pero en la nueva era de la alta definición también deberá ser imperceptible especialmente en las pieles.