Los profesionales que nos dedicamos al masaje manual y a la estética corporal, muchas veces desconocemos la diversidad de manipulaciones que aplicamos habitualmente.

Podemos lograr tratamientos diferentes a los que generalmente realizamos y que hasta este momento no hemos considerado hacer.

Normalmente accionamos con una terapia ya conocida y con secuencias de tratamiento preestablecidas, por ejemplo, masajes reductores descontracturantes, relajantes, drenaje linfático corporal, que nosotros mismos condicionamos para las diferentes afecciones como obesidad, contracturas, celulitis, etc.

Actualmente el deporte pasó a ser una actividad más habitual que en otros tiempos y encontramos en nuestros pacientes mayores desafíos al acompañarlos en el entrenamiento o tal vez en la recuperación de mínimas lesiones ocasionales que pudieran surgir como producto de la práctica de actividades deportivas.

¿Cómo podemos actuar en consecuencia?

Dividiremos al Masaje Deportivo en dos tipos de formas diferentes, según el momento en que éste sea requerido. La forma más común y que generalmente nos surge en gabinete, está relacionada al Post-esfuerzo de la actividad deportiva.

El objetivo al que debemos apuntar en estos casos es el de los masajes de tipo de desintoxicación como Drenaje Linfático Manual Corporal (DLMC), relajación y también del tipo circulatorio para aumentar el aporte vascular y de este modo brindar nutrientes y oxígeno a los músculos.

Siempre las maniobras serán fricciones suaves, pases y tecleos, a los que complementaremos con elongaciones, aperturas articulares y vasoconstricciones para eliminar las tensiones, desfibrosar y recuperar la contractibilidad muscular.

La otra forma que se nos puede presentar en un paciente es cuando éste desea mejorar su rendimiento o “performance” y lo catalogaremos como Pre-esfuerzo a la actividad deportiva.

Aquí las maniobras serán básicamente del tipo activador-circulatorio como estímulo metabólico, aumentando la temperatura basal y por consiguiente lograr un incremento en la micro-circulación.

Todas estas maniobras serán rápidas y enérgicas, donde principalmente nuestras manipulaciones apuntarán a los amasamientos, trepidaciones, palmoteos y fricciones rápidas.

En resumen, debemos considerar en un conjunto al tejido muscular, al óseo, al articular y al vascular.

La diferenciación existirá en si queremos recuperar el trofismo en el caso de la forma post-esfuerzo donde el aumento de desechos en circulación es mayor, o si en cambio queremos aumentar el rendimiento en el caso de la forma pre-esfuerzo, donde aumentaremos la temperatura y la oxigenación para su disposición inmediata a la actividad deportiva.

Todas las recomendaciones anteriores están dirigidas al deportista sano tanto ocasional como profesional que quiere optimizar su estructura corporal.

Lo importante es no encasillarnos en estructuras preestablecidas y, haciendo uso de las habilidades con las que contamos, poder brindar a nuestros pacientes tratamientos acordes a sus necesidades, optimizando el resultado final.

Por: Prof. Susana Lago / Esteticista