Terapia Geotermal: los masajes con piedras
La Terapia Geotermal es una disciplina oriental que consta del masaje con piedras calientes y frías situadas en los chakras, a lo largo del canal central del cuerpo; centros de la energía vital de cada uno de nosotros que se unen a varios órganos por canales energéticos; para calmar el estrés y la hiperactividad del sistema nervioso, dando una pausa y permitiendo el reencuentro con el cuerpo y los sentidos.
El elemento fundamental de la terapia geotermal, lo constituye la aplicación de piedras calientes y frías que actúan a dos niveles: el primero de forma estática, ejerciendo presiones terapéuticas en puntos concretos; y el segundo de forma dinámica, realizando maniobras de masaje bien definidas.
La técnica combina el masaje tradicional con las manos y la colocación de piedras calientes para dilatar los vasos sanguíneos, linfáticos y estimular la circulación, mientras que las piedras frías permitirán conseguir la relajación de las personas. Cada piedra debe estar calentada a 50⁰C en un horno, mientras que las otras deben estar a 8⁰C, enfriadas en un congelador o con hielo. Cabe recordar que ambas piedras aportarán firmeza y luminosidad a la piel.
Durante la sesión, el terapeuta coloca piedras sobre los puntos energéticos del organismo del paciente: a lo largo de la columna vertebral, el abdomen, la frente, las manos y los dedos de los pies, sin olvidar una piedra pequeña sobre el tercer ojo, situado en el centro de la frente. Luego, aplica un aceite esencial y masajea.
La terapia geotermal induce a la meditación profunda y ayuda a disminuir diversos problemas específicos. La utilización de piedras sobre el cuerpo pretende aliviar malestares de espalda y cuerpo, reducir el estrés y la ansiedad, disminuir las horas de insomnio, mantener firmeza de los tejidos, entre otros.